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22 mayo 2012 2 22 /05 /mayo /2012 23:10

corazon-divididoA diferencia de ella, Alberto no era natural de Valencia sino que era de Granada y eso era algo que se le notaba bastante en el acento cada vez que hablaba.

El tiempo pasaba. Alberto y Bárbara cada vez se llevaban mejor y pasaban más tiempo juntos.

Ella sentía la necesidad de hablar con él a cada momento, de contarle lo frustrante que era su vida sentimental, de lo sola y desdichada que se sentía, a pesar de haber llegado a ser abogada.

Pero se sentía sola, no tenía a nadie con quien compartir sus alegrías y Alberto era el único que parecía escucharle, el único que la entendía y así de esa forma, no se sentía tan sola.

A menudo ella fantaseaba con la idea de estar con él, empezó a mirarle con otros ojos y el ir a la oficina, se había convertido en algo que la motivaba, porque sabía que al llegar, ahí estaría él esperándola, para fumarse un cigarrillo juntos antes de subir en el ascensor que les conducía al bufete.


Un día, cuando se levantó para ir a trabajar, se sentía más desanimada que nunca. Pasó mala noche, sin dormir, dándole vueltas a todo, especialmente de acordó de Nick, su ex novio y con el que estuvo durante medio año, pero le marcó tanto, que sentía que le costaría mucho enamorarse de nuevo de alguien.

Cuando llegó al edificio donde trabajaba, ahí estaba él. Esperándola con una sonrisa, con una camisa de color verde, que resaltaba mucho sus ojos negros.

 

_Vaya, qué mala cara tienes, ¿no dormiste bien anoche?

_Llevo días sin poder dormir, creo que trabajo demasiado últimamente.

_Sé lo que es eso. Hace meses yo estaba igual, hasta que bajé el ritmo y créeme, es lo mejor que pude hacer. Al menos ahora tengo más vida que antes.

_ Me temo que tendré que hacer lo mismo. Éste estrés me está matando….

_Mira, vamos a hacer una cosa, ¿haces algo esta noche?

_ Precisamente hoy no, tenía pensado descansar un poco.

_ Te lo decía por si te apetecía que fuéramos a tomarnos algo, al pub que han abierto nuevo hace poco al lado del puerto.

_ Sí, me parece perfecto, me vendrá bien para desconectar un poco.

_Bien, pues quedamos en eso. Antes de irme me paso por tu oficina y nos vamos.

 

Esa era la primera vez que salían juntos y no sería la última, ya que se llevaban muy bien y les gustaba estar juntos.

Poco a poco, Bárbara sentía que su afinidad con Alberto era demasiado grande. Tenían muchas cosas en común y se llevaban muy bien.

Coincidían en tantas cosas, que ella estaba siempre con la permanente sensación de que se conocían de toda la vida.

Aquella noche, ella le confesó que estaba muy dolida por cómo le trató su ex, le contó que ella realmente no quería ser abogada, sino que estudió derecho porque quería que su padre se sintiera orgulloso de ella.

Ella quería ser veterinaria, adoraba a los animales, ese era su sueño frustrado.


Él por su parte, le contó que estaba separado y que tenía una hija con su ex, la cual sólo le quería por el dinero y se aprovechaba de él cada vez que quería.

A Bárbara le dio mucha pena, ya que se dio cuenta de que él también había sufrido por amor y eso les unió aún más.

A pesar de eso, no quería confiarse, ya había sufrido demasiado y no podía permitirse una decepción más. Aparte de eso, en su bufete no estaban bien vistas las relaciones entre compañeros.

Se suponía que Alberto era el máximo competidor de Bárbara en el bufete y por el contrario, se convirtió en alguien muy especial para ella.

Algo de lo que su jefe acabó dándose cuenta.

 

_ Parece que Alberto y tu habéis hecho buenas migas, ¿no?

_ Sí, nos llevamos bastante bien. Es un chico muy majo y muy profesional

_ Bárbara, ya sabes que en este bufete a la gente le gusta mucho cotillear y se rumorea que Alberto y tu……..

_ ¿Que Alberto y yo qué?

_ Bueno, que tenéis algo más que una relación profesional

 

En efecto, Bárbara no lo veía simplemente como un compañero de trabajo, pero tenía que guardar las apariencias. No quería ser el centro de atención de nadie y aunque intentaba evitarlo, todos acabaron dándose cuenta.

 

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Comentarios

S
<br /> Vale, pero que no se equivoquen de semillas <br />
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S
<br /> Qué interesante se está poniendo la historia... ¡¡Aquí hay tomate de verdad y no del que cultiva mi abuelo en sus tierras!! Ya tengo ganas de ver alguna escena donde también se planten nabos en<br /> el huerto  <br />
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K
<br /> <br /> Woooow gracias!! alguno se plantará, pero quiero crear intriga mientras jojojo <br /> <br /> <br /> <br />